Fórmulas para la búsqueda y la contratación de empleadas de hogar
Contratar a empleadas de hogar directamente o a través de una empresa intermediaria no conlleva las mismas consecuencias jurídicas y financieras.
Si empleas directamente a una persona en tu casa, te convierte en el empleador de la persona contratada.
Emplear a una mujer o un hombre de la limpieza no es sólo para las familias ricas. Los recortes de impuestos han democratizado este servicio y, en una pareja donde todos trabajan, es cada vez más común delegar algunas tareas domésticas a un empleado.
Hay tres opciones para la búsqueda
- Puedes hacerlo por tu cuenta buscando en los anuncios clasificados o utilizando el boca a boca.
- Hacerlo a través de una agencia de servicios que te asiste en su búsqueda y sus procedimientos administrativos.
- Utilizar un proveedor de servicios que enviará a uno de sus empleados a tu casa para prestar el servicio.
Dependiendo de la opción elegida, el coste y el estatus legal serán diferentes. Compara y elige lo más conveniente en tu caso.
Contrata a tu propia empleada de hogar
Si empleas directamente a una persona en tu casa, te conviertes en el empleador de la persona contratada. Pagarás menos, pero tendrás que asumir varias tareas:
- Tendrás que leer los anuncios clasificados o publicar uno
- Seleccionar el candidato
- Entrevistarlo
- Establecer su contrato de trabajo
- Gestionar sus ausencias (vacaciones pagadas, enfermedad, etc.) y posiblemente reemplazarlo
Todo ello en cumplimiento del convenio de trabajo vigente, el convenio colectivo del empleador individual y la escala salarial de la profesión. Tendrás que pagarle cada mes, pagar sus contribuciones a la seguridad social y llevar un registro de los documentos. Puede que tengas que gestionar un conflicto y romper el contrato de trabajo (ten cuidado con los plazos y el procedimiento de despido).
Es preferible formalizar su compromiso por escrito: horario de trabajo, asignaciones, salario, períodos de ausencia, etc.
- Las ventajas: eres responsable de todo, y es la solución más barata.
- Las desventajas: ocuparse de todo el papeleo y asimilar ciertas normas legales te ocupará tu tiempo y necesitará de tu supervisión.
Elección y contrato de trabajo delegando ciertas formalidades
Para llevar a cabo ciertas formalidades en tu nombre (reclutamiento, sustitución, preparación del contrato), puedes pasar por un agente, una estructura – asociación o empresa – que actúa como intermediario. Según el alcance de la misión que le encomiendes, que se especificará en el contrato que se firme con él, este agente puede ayudarte en varias áreas: búsqueda y selección de un empleado (incluyendo la verificación de sus habilidades), establecimiento del contrato de trabajo, redacción de las nóminas, etc.
En cualquier caso, tu sigues siendo el empleador. El representante prepara los documentos, pero eres tú quien los firma (contrato de trabajo, solicitudes de registro, declaraciones, certificados, etc.) y lo más frecuente, en este caso, es que seas tu quien pague directamente el salario y las cotizaciones. Tu asumes la responsabilidad en caso de ausencia, despido u otras circunstancias.
Los precios de estos servicios varían mucho según las tareas que se delegan en ellos. En el caso de las asociaciones, la factura es generalmente más baja (menores costes administrativos y precio por hora trabajada), pero la mayoría de las veces se dirigen a poblaciones específicas (cuidado de personas mayores o discapacitadas).
Quienquiera que sea el agente, se le paga en forma de honorarios o gastos administrativos y de gestión, todos los meses, si le asiste a lo largo de su compromiso con su empleada de hogar.
- Las ventajas: Tu eres el responsable de tu empleado, pero estarás exento de las formalidades administrativas.
- Desventajas: Debes comprobar el contrato con el cliente y el precio de los servicios.
Encontrar una señora de la limpieza a través de una organización pública o privada
Puedes ponerte en contacto con una estructura que te envíe a uno de sus empleados: un organismo público, o un organismo privado, como una asociación o una empresa. En este caso ya no eres un empleador, sino un cliente del proveedor de servicios que le proporciona a uno de sus empleados.
Esta fórmula te alivia a priori de todas las preocupaciones, y un empleado ausente puede ser reemplazado más fácilmente. Pero cuidado, hay reglas que deben ser respetadas. Por ejemplo, antes de rescindir el contrato, debes comprobar si hay un plazo de preaviso (un mes o quince días). Debes asegurarte de las condiciones y el plazo que te permitan suspender el contrato cuando esté ausente.
Antes de utilizar una agencia de servicio doméstico, compara todas las tarifas y elije una estructura que haya demostrado su eficacia en este área.
Mujeres de la limpieza que trabajan por cuenta propia
En este caso, la empleada doméstica es ella misma una proveedora de servicios. Luego le pagas con una factura.
- Las ventajas: ya no eres el empleador, y estás libre de todas las formalidades.
- Las desventajas: es una opción algo más cara.
Evitar el trabajo en negro
A pesar de las reducciones de impuestos, puedes estar tentado de no declarar a tu empleada de hogar. Esto es un error de cálculo porque la mayoría de las veces, pagarás igual o más de lo que pagarías legalmente después de la reducción de impuestos. Esto se debe a que, en general, una empleada de hogar no declarada que renuncia a sus beneficios sociales reevaluará su tarifa por hora.
Además, los riesgos del trabajo no declarado son importantes. Te expone a una multa muy alta y al pago retroactivo de los cargos debidos.
Por no hablar de la hipótesis del accidente, que puede costarte mucho como empleador si tienes que pagarle una pensión vitalicia por su perjuicio, ya que el ahorro de cargas le priva de toda protección social.