La creciente conducción de vehículos eléctricos aumenta el crecimiento de nuevos hábitos relacionados con la automoción que se traducen en ventajas, cada una de las cuales será más o menos importante dependiendo del uso del vehículo, en este artículo vamos a descubrir estas interesantes ventajas:
El ahorro en el uso de los vehículos eléctricos
Por término medio, conducir 100 kilómetros en un coche eléctrico cuesta unos 2 € en electricidad, frente a los 8,50 € en combustible de un modelo diésel equivalente o los 11,50 € de un vehículo de gasolina.
Con tal ecuación, cuantos más kilómetros se conduzcan durante todo el año, más atractivo económicamente será conducir conectado.
Por otra parte, si se tiene realizar la instalación de puntos de carga se pueden encontrar situaciones en las que sería matemáticamente más caro utilizar la electricidad, ya que algunas redes de recarga cobran precios demasiado caros. Depende de ti evitarlas siempre que sea posible al elegir un electricista apropiado para una correcta y económica instalación.
La fiabilidad de este tipo de vehículos
En un vehículo eléctrico, las piezas de desgaste que deben cambiarse regularmente son limitadas, los neumáticos alrededor de los 20.000 kilómetros y poco más, ya que los discos de freno se usan normalmente mucho menos que un vehículo de combustión con la consiguiente reducción de desgaste de esta parte de los vehículos.
Como hay menos partes móviles, el motor eléctrico puede acumular cientos de miles de kilómetros sin fallar, y si las baterías son administradas en su carga y descarga eficientemente, la fiabilidad general de los vehículos eléctricos no tiene comparación con los modelos de motor térmicos.
Esto se traduce en un claro ahorro de mantenimiento, además del ahorro de energía que se consigue utilizando un cargador de coches eléctricos durante la vida del vehículo.
Su funcionamiento silencioso
Para los amantes del silencio y de los que disfrutan de la música en su vehículo, el funcionamiento silencioso de un coche eléctrico se puede traducir en un mayor placer en la conducción al hacerlo escuchando solo su música favorita sin molestos ruidos provenientes de un motor de combustión.
Acostumbrados a conducir vehículos de combustión, conducir un vehículo eléctrico puede ser quizá confuso al principio, pero esto no es incapacitante para la conducción ni mucho menos, ya que la ausencia de una transmisión de ruido del motor y las marchas convencional elimina la atención auditiva que debe prestarse a la velocidad del motor al cambiar de marcha.
El mínimo impacto al medioambiente
En general, el impacto de los vehículos eléctricos en el medio ambiente es mucho menor que el de los modelos convencionales de combustión.
Sin embargo depende de la cadena de suministro de materias primas el impacto medioambiental principal en la fabricación de los componentes de estos vehículos, la fuente eléctrica de donde procesa la electricidad para la recarga de sus baterías, el uso que se haga del vehículo así como su reciclaje al final de su vida, tanto de sus componentes como de sus contaminantes baterías.
Los diversos sectores industriales involucrados en estos diferentes puntos en la vida de los vehículos eléctricos se están concienciando en este aspecto, a veces bajo la presión de Europa, la opinión pública y las ONG medioambientales.
Algo importante que cabe destacar es que un coche eléctrico no emite ningún contaminante químico o CO2 durante la conducción, así como la nula emisión de las perjudiciales partículas finas.
La energía eléctrica de fácil acceso
Para aquellos usuarios que disponen de un punto de carga en su domicilio y además utilizan su vehículo eléctrico principalmente para viajes diarios relativamente pequeños y medianos, el tiempo de carga de las baterías sólo necesita un tiempo de carga muy limitado, es decir, el momento de conectar el vehículo a la red cuando llegan a casa al final del día y el tiempo de desconectar el vehículo de la red a la mañana siguiente. Cada vez, más empresas de electricistas se han especializado en la instalación domiciliaria de puntos de carga.
En algunos hogares, el tiempo ahorrado puede ser considerable, ya que este ritual evita tener que realizar grandes desplazamientos cuando es necesario acudir a una estación de servicio para llenar el depósito de combustible.
Este ritual de abastecimiento de combustible puede, en algunos casos, exceder una hora, si también incluimos el tiempo de espera durante el llenado del depósito y los tiempos de pago en la caja registradora.
Fomenta el desarrollo de energías renovables
Dado que es necesario maximizar los efectos beneficiosos que ofrece la sustitución de la quema de combustibles fósiles por el uso de la electricidad en el transporte, grandes empresas y los sectores industriales involucrados en este proceso de cambio y conversión, incluidas a su vez la industria de la generación de energía, y las autoridades públicas. En Europa se está diseñando escenarios y arquitecturas de redes inteligentes de generación de energía verde que aumentan la eficiencia de la producción de electricidad a partir de fuentes renovables.
Las baterías de los vehículos eléctricos se están convirtiendo en verdaderas unidades de almacenamiento que recuperan el exceso de flujo eléctrico, para proceder a la alimentación inversa de la red cuando la demanda de electricidad es mayor que la producción ecológica.
Estas son las líneas generales del principio V2H (Vehículo a casa), V2B (Vehículo a empresa) y V2G (Vehículo a red), que se aplican respectivamente a la escala de una vivienda, un edificio de oficinas o la red eléctrica nacional.
